La población de nuestro país es muy diversa en cuanto a sus
manifestaciones culturales y a la sociedad en que se desarrollan; con todo,
compartimos una misma historia, formamos un Estado y aspiramos a vivir en un
país que sea cada día mejor, a pesar de las diferencias que nos distinguen unos
de otros.
La población de nuestro país es
el resultado del mestizaje que se inició en el siglo XVI, con la unión
biológica y cultural de varios grupos humanos: las culturas indígenas que
habitaban lo que hoy constituye nuestro territorio nacional, y las culturas de
los europeos y de los esclavos traídos de África.De esta unión biológica y cultural se originó una sociedad con una identidad diferente, con nuevas formas de interpretar la vida, nuevos usos y funciones que abrieron paso a otros horizontes. Con el paso del tiempo esta sociedad se fue acrecentando y dio origen a una nueva unidad de la población al sujetarse a un mismo gobierno, al desarrollar una economía propia y al compartir la misma religión y lengua.
Sin embargo, dada la gran extensión de nuestro país, la sociedad en cada región fue adquiriendo características propias. Esto se vio acentuado por el predominio de la influencia de los grupos de origen que conformaron tales sociedades.
Hoy en día en nuestro país la mayoría de la población es mestiza, aunque hay regiones del país en que la población presenta características marcadamente europeas, indígenas o negroides, además de las de otros grupos que a lo largo del tiempo han venido a establecerse en nuestro territorio.
El constante intercambio cultural entre la variada población permitió que nuestro lenguaje, arte, costumbres y tradiciones se enriquecieran, dando origen a manifestaciones culturales muy propias de nuestro país que hoy en día forman parte de la riqueza y diversidad de la cultura mexicana.
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